La salida pedagógica del “5° Básico A” a la cordillera de los Andes, trascendió la educación tradicional para convertirse en una experiencia de aprendizaje situado totalmente inmersiva. Los estudiantes dejaron atrás los libros para tener la invaluable oportunidad de observar, analizar e interiorizar en el terreno conceptos esenciales de geología y geografía que, de otra forma, habrían permanecido como conocimiento abstracto.
Durante este trabajo de campo, la inmersión fue total: pudieron identificar in situ distintos tipos de cerros, reconocer minerales y observar las poderosas evidencias de los plegamientos geológicos que dan forma a nuestro paisaje. Contemplar la majestuosidad del macizo cordillerano de los Andes convirtió esta jornada en una vivencia de aprendizaje única.
Un aspecto central de la experiencia fue el conocimiento del medio natural: el acercamiento directo a los cursos de agua desde su origen, resalta en sus aprendizajes la urgencia y la importancia del cuidado del medioambiente.
Finalmente, esta expedición a la cordillera marca un hito que va más allá de lo académico; es un impulso para el desarrollo de habilidades para la vida. La actividad permitió a los niños y niñas entender que son parte integral de un ecosistema y de un paisaje geológico activo, incentivando a una conciencia cívica y ambiental sobre la protección de su entorno. Este conocimiento es, sin duda, vital para su formación como agente de cambio y ciudadanos responsables del patrimonio cultural de su país y de la humanidad.
Mis agradecimientos a los estudiantes del 5° Básico A que participaron con entusiasmo y espíritu crítico e investigativo; a Javiera Vásquez y Karen Rivera, quienes nos acompañaron en el desarrollo del viaje y a Claudia Valenzuela y Ma. Virginia León por el apoyo en la logística de esta experiencia educativa.
Ma. Fernanda Alegría Arrué.
Profesora de Historia y Geografía
5° Básico A
